martes, 1 de febrero de 2011

Miradas

ALGUNAS IDEAS COLOQUIALES SOBRE UNA MIRADA 
DESDE LA ASTROLOGÍA

por Myriam Amarillo    

Psicoanálisis, eneagrama, psicoastrología, astrología analítica, psicología transpersonal, tarot, I Ching. Hay muchas formas de interpretar la vida, las cosas que hacemos y sentimos.
Nosotros optamos por la astrología, y dentro de ésta se ha conformado un estilo particular, desde una mirada jungiana, un estilo casa CXI, dicen muchos. Analítico, humanista, energético dicen otros.

¿Cómo se expresa “esto” energético en una carta natal, en el mandala? ¿Y qué es esto de energético? (Estoy releyendo a nuestro amigo Gregory Bateson, para que me ayude, pero mientras, vamos intercambiando ideas).
Decimos que el mandala es nuestro ADN energético que se imprime exactamente con la entrada a este mundo, en el día de nuestro cumpleaños, hora de nacimiento y lugar geográfico.
Es quizás la primera impronta cultural que se nos hace entrega... Este es el sello, se nos dice y a andar. Cuando la partera mira la hora cuando el bebe llega al mundo, cuando sale de la panza de la mama, ya sea por la panza o la vagina,  está haciendo mucho más que anotarnos en una planilla. Es algo así como un código de barras indeleble por el resto de la vida. Parece fuerte y lo es.
Este mismo sello holográfico que nos atraviesa, es único bajo cualquier lectura astrológica que realicen con nuestras cartas. Es decir, que ese mandala puede combinar, tal si fuera, una mixtura de pigmentos en la pintura, de las más diversas modalidades, intercambiar colores, intensos, volátiles, violentos, abiertos, cerrados, vitales, densos, condensados, brillantes, fríos, cálidos…. Ahora bien estas corrientes de energías, que transportan tienen estas características, en algún estado puro, pueden expresarse de muy distintas maneras depende quien las porte, y cómo haga “uso” o “me expreso a través “de ella. Y es aquí donde se hace distintiva la mirada de quienes no hacemos “predicción”.
Es verdad que nuestro sello se ha determinado cuando nacimos, pero hay algunas distintas formas de expresarlo.
Los mellizos y/o gemelos o aquellas personas que nacen el mismo día, e incluso podemos encontrarnos con personas que han nacido en el mismo momento si se quiere, y tendrán vidas distintas con sucesos marcadamente diferente. Y esto deviene de sus propias vidas, propios patrones culturales, sociales, familiares, étnicos, regionales, geográficos.
Desde esta astrología “energética, antropológica” o astrología a secas, también podemos darle distintos tipos de interpretaciones. Y aquí ya nos conectamos con los límites de lo subjetivo y como ese sujeto utiliza la herramienta de la astrología. Es decir, cuál será el tipo de lectura que hará el astrólogo con ese mándala.
Nos gusta entonces, analizar, estudiar la diversidad de posibilidades dentro de un marco y contexto como es el mandala, y otros han elegido  determinar una sola de estas posibilidades en función, si se quiere de parámetros estadísticos y probabilísticas que dan lugar a la predicción.
Imaginemos que Saturno por la posición que hoy está en el cielo está entrando en la casa VII en el mandala de alguien. Saturno en tránsito por la casa VII puede ser indicador de: “te casas, te separas, te peleas con tu socio, armas una sociedad”. O bien esa energía te trae la posibilidad de madurar un proceso que ya viene siendo, reflexionar sobre decisiones y darles una estructura desde adentro tuyo, o bien con otro.
Tomar la astrología como un proceso, como una herramienta de auto conocimiento permite darnos cuenta que la vida es una construcción a veces consciente, la mayoría de las veces inconsciente, pero seguro que esto será personal, y esto lo liga a las posibilidades que la vida va presentando cotidianamente. Al mismo tiempo es inevitable que de esta manera, o bien para los que estamos en esto, y aquellos que se interesan por la astrología, se nos transforme en nuestro mapa de ruta, una guía de navegación.
Algo bien distinto sucede si se determina a priori que se dará “una” situación dada. Y en verdad, puede darse ese evento, como muchos otros, más aún cuando esta determinación a priori, puede llegar a condicionar mí sentir y mi accionar, y la mirada sobre los hechos que me trae el destino.
Como astrólogos, entonces, nos identificamos con esa lectura del mandala que nos permite primero conocernos y conocer vincularmente nuestro entorno, y el intercambio que vamos haciendo en nuestras historias de vida. Podemos llamarla astrología analítica, energética, de orientación jungiana, donde el mapa y el astrólogo hasta le puede indicar al consultante cuales son los caminos posibles, con más o menos ventajas y desventajas, nuestras fortalezas y debilidades, pero será el portador de la carta quien defina que camino tomar, si va por autopista, un camino mejorado, o asume el desafío de abrir una huella. Solo esa persona podrá vivir esa experiencia, y sólo sabrá verdaderamente qué le pasó una vez que lo haya transitado.
Esa experiencia es verdaderamente única e intransmisible, ya que sólo lo podremos contar una vez transcurrido.

2 comentarios:

  1. Qué interesante visión, pero mas que nada enriquecedora la que nos habilita la posibilidad de abrir, profundizando y avanzando en la experiencia de la "no certeza", pero si de vivir con la mayor conciencia el presente!
    Gracias Myriam, y gracias a este espacio por conectarnos así

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  2. Gracias Marini, por tu comentario. Incentiva a seguir compartiendo nuestras investigaciones, y pareceres. Gracias.

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